Unos 50 jóvenes, muchos de ellos menores de edad, se concentraron a las ocho de la noche de ayer en el 'bombo' del Paseo de Cánovas, tapándose la mayoría el rostro. Era una manifestación antifascista no autorizada, para recordar la muerte el 11 de noviembre del 2007 de Carlos Palomino, «asesinado a manos de un neonazi en la estación madrileña de Legazpi», según el comunicado que leyó un joven que se tapaba el rostro, que también indicó que no pertenecían a sectas ni subgrupos marginales, «sino simplemente somos gentes indignadas por la violencia fascista y que aboga por la eliminación de los prejuicios raciales y la comprensión entre seres humanos».Los manifestantes marcharon hasta la zona de la Plaza Mayor, siempre rodeados por numerosos agentes. Esta manifestación la han realizado justo al cumplirse el año de una similar, en la que se produjo enfrentamientos entre jóvenes radicales de pensamiento contrarios. Días después, un joven ultraderechista hirió a otro de extremaizquierda. El agresor fue detenido y está pendiente de ser juzgado. La fiscalía le pide 4 años de cárcel.Los jóvenes que se manifestaron ayer indicaron que en las últimas semanas se han vuelto a producir en Cáceres agresiones neonazis.
entre los gritos coreados por los manifestantes destacan :carlos hermano nostros no olvidamos asi como caceres sera la tumba del fascismo